lunes, 28 de enero de 2013

EL CICLO VITAL FAMILIAR Y SUS ETAPAS: La Pareja Recién Casada


EL CICLO VITAL FAMILIAR Y SUS ETAPAS: La Pareja Recién Casada

Hola mis lectores, luego de un tiempo sin escribir, aquí estoy de nuevo. Quiero dar continuidad como dije en mi última entrada al ciclo vital familiar, el cual es importante al momento de entender a la familia como un todo. Creo que es importante empezar por recordar que así como los individuos pasamos por etapas (infancia, adolescencia, etc.) y que cada una de estas etapas trae unas crisis y unos cambios; la familia también atraviesa un ciclo vital, que esta en consonancia con el ciclo individual, y además trae unas crisis y unas tareas a cumplir.  Tratare entonces de abordar etapa por etapa, y reflexionar un poco sobre las tareas y conflictos de cada etapa.

En esta entrada abordare la primera etapa de este ciclo vital familiar: La pareja recién casada.  Lo primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en una pareja recién casada, es felicidad, luna de miel, etc. Pero conformar una pareja no están sencillo, comencemos por pensar que como individuos venimos de una familia con una historia, unas costumbres y unos valores determinados; lo primero es entonces que todo eso que traemos de nuestra familia este en consonancia con lo que trae el otro de su familia, y nos permita construir un nuevo mundo a partir de lo que ambos traemos, este nuevo mundo seria el sistema marital, y la formación de este nuevo mundo seria entonces la primera tarea de esta etapa. Si esta tarea se logra de forma adecuada podemos decir entonces que habremos comenzado bien; pero en la consulta vemos constantemente como las parejas fallan constantemente en esta primera tarea, pues no logran ponerse de acuerdo en como quieren que sea ese nuevo mundo, ya sea porque a uno o ambos miembros de la pareja les cuesta dejar un poco de lo que traen de su familia de origen o por que uno de los miembros quiere imponer su forma de ver la vida como la única valida, y termina por invisibilizar al otro generando  una crisis bastante compleja.

Paralela a esta tarea tenemos otra, es la adaptación de pareja, es decir es adaptarse a pensar en dos y no en uno, en otras palabras es entender que mi proyecto de vida debe incluir al otro. En esta tarea pasa algo interesante y es que para muchos individuos ese pensar en dos, implica una renuncia a la individualidad, lo cual muchos no están dispuestos a hacer. Esta adaptación de pareja no implica necesariamente una renuncia a la individualidad, es mas como una adición a esa individualidad, es decir es una extensión del individuo de la cual debemos estar conscientes en todo momento para no generar conflictos o crisis de pareja.  Esta adaptación en pareja trae otra cosa y es poder entender al otro en su más íntimo ser, es decir costumbres, valores, etc., y es aquí donde se encuentra con la tarea anterior.

Como culminación y por decirlo en un lenguaje coloquial, como broche de oro para la tarea anterior, aparece otra tarea, la cual está más ligada a los ritos religiosos y culturales mediante los cuales se da por establecida una pareja; y es crear un “contrato matrimonial”.  Y digo que está ligada a lo culturar y religioso, porque tiene que ver con el efecto psicológico que tienen estos rituales en las personas, ya que le dan un sentimiento de formalidad a la relación y por lo tanto ejerce un efecto de tranquilidad y  de otra postura frente a la sociedad. Ahora bien lo que vemos en consulta es que esta tarea puede ser un arma de doble filo, es decir vemos parejas que una vez celebrado el contrato familiar, empiezan a tener demasiadas dificultades y otras por el contrario logran tener una relación armoniosa. Esto se debe principalmente a la forma como cada miembro de la pareja percibe dicho contrato matrimonial, ya para algunos es sinónimo de exclusividad y posesión sobre el otro y para otros es simplemente un cambio en el status frente a la sociedad; es decir que el éxito en esta tarea está dado por lograr que ambos miembros tengan claro lo que significa dicho contrato; en otras palabras ambos miembros de la pareja deben comprender que el contrato no les da exclusividad sobre el otro, que el otro no es una posesión, sino que por el contrario han decidido caminar juntos por la vida para construir una familia pero sin perder la individualidad y complementándose lo mejor posible.

Viene entonces, otra tarea, que también causa muchas dificultades, y es aclarar límites respecto a la familia de origen de cada cónyuge.  Luego de que hemos conformado la pareja, es importante tener muy claro cómo vamos a seguir relacionándonos con nuestras familias de origen, y que tanto le vamos a permitir a estas familias que entren en nuestra nueva familia. Esto se hace especialmente importante, porque la nueva pareja debe funcionar como una familia nueva donde las dificultades deben ser resueltas al interior de la misma, sin contaminar las familias de origen. Esta tarea presenta especial dificultad porque la mayoría de las veces no cortamos ese cordón que nos une a nuestra familia de origen, y terminamos metiéndola en nuestra vida familiar y de pareja, lo cual crea un panorama muy complicado, pues una dificultad que era de un tamaño, se vuelve mucho más grande por la intervención de las familias de origen.  Lo ideal aquí es que podamos establecer un límite, en el cual nuestras familias de origen no tengan nada que ver en nuestros conflictos y que las relaciones con estas familias no se vean afectados por los mismos. Ante todo debemos ser conscientes de que ya tenemos una nueva familia y que somos responsables de lo que pase al interior de la misma.

Finalmente viene una tarea que por lo general es foco de muchos conflictos; y es el reajuste de las relaciones con las familias de origen  y con los amigos para incluir a la pareja. Esta tarea al igual que las anteriores, es de mucha importancia, pues se trata de abrirle un espacio a nuestra pareja en nuestro círculo familiar y social; lo cual es muy importante porque se trata de asegurar que podamos continuar con nuestra vida, con la tranquilidad de que nuestra pareja es bien recibida en nuestro círculo familiar y social. Obviamente a veces la entrada de la pareja al círculo familiar no es fácil, porque muchas veces nuestra pareja no cumple con los ideales que nuestra familia tiene para nosotros, aquí lo importante es hacer conciencia de eso y tratar de acomodarse a la situación, sin que se perturbe la relación de pareja. Y lo mismo debe hacerse con el círculo social, pero hay que tener en cuenta que muchas veces al conformar una pareja renunciamos a nuestro círculo social, supuestamente por aquello de que ya no soy “soltero”,  grave error, porque el estar en pareja no implica que yo deba renunciar a mis círculo social, por el contrario es importante que exista dicho círculo social, y lo que debo hacer es buscar un equilibrio entre la vida social y la vida de pareja, esto mantendrá la armonía de la pareja y no permitirá que la monotonía termine por deteriorar la relación.

Finalmente es importante decir que cuando estas tareas no se llevan a cabo de forma adecuada, es cuando sobrevienen las crisis; no hay que temerle a la crisis, solo hay que saber manejarlas y pedir ayuda cuando sea necesaria, una crisis tratada a tiempo se puede solucionar.  Sea también el momento para invitarles para consultar al psicólogo o al especialista en familia, no tengan miedo de buscar ayuda y exponer sus dificultades; y como dicen por ahí… las crisis son oportunidades para crecer y fortalecer la relación.

En la próxima entrada hablaremos de la siguiente etapa del ciclo vital familiar: La Familia con Hijos Pequeños.

Gracias!!!  y recuerden que estoy presto a solucionar cualquier inquietud.

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